miércoles, 6 de febrero de 2013

Ocupadísima! pero pensando...

mi pequeña M cumple 2 en breve. tengo mil ideas y poco tiempo. robo tiempo del laburo, de la siesta. pienso, miro, mando mails, cierro operaciones pero aún sin ponerme manos a la obra. pienso en cuánta energía se ponen en estas cosas y también en qué hacía con tanta energía antes? la tenía? la ponía en ver una serie desde el episodio 1 al 25 en la misma noche? en trabajar? probablemente esto último. pienso en que el cliché más grande que escuché en mi vida es "cómo te cambia la vida un hijo" pero juro que no encuentro otro para tratar, leer bien: tra-tar, de describir lo que pasa cuando uno tiene una personita nueva en la vida. y pienso y reafirmo lo que ya pensaba, en que ser mamá o papá es esto, es tener una vida para cuidar, mimar, retar, que no te deja dormir, comer, cagar! todo el romantisismo del embarazo (que en mi caso fue cero romántico, más bien un novio horrible que me hacía doler siempre) es NADA comparado con tener alguien que te mira, que espera que le digas sí o no, que dice "pedo, mamá?" con un caramelo en la mano mientras una trata de darle espinaca... entonces vuelvo a pensar en que Mati cumple 2 y que la tengo desde 0, yo más que nadie, desde antes que 0, gracias a la ciencia y al Hospital Italiano pude tenerla y saberla desde que era un embrión... pero que lo más importante es que la tengo y que vale lo mismo haberla tenido hace 2 años que festejarle su segundo cumpleaños con nosotros si tuviera 4, o 5, o lo que sea. pienso que un llamado de un juzgado para quienes quieren ser padres es como una contracción y que ahí empieza la cosa, antes, nada, ensayo pour la galerie. en la cancha se ven los pingos y sos mamá cuando agarrás fuerte una mano chiquita cuando el médico le revisa los oídos. toda la crema que le pusiste a la panza, tantas caricias, fotos, tanto tiempo al pedo!!!! está todo bien, pero ya fue. esto es lo que vale.
El P de la C, cuando me escucha decir esto, me dice que hablo porque tengo la panza llena. Pero yo lo pensaba desde antes, me crean o no, y sólo tengo una prueba pero es la verdad: nunca imprimí fotos de mi panza. tengo más de 500, impresas, de Matilda. Y sé que él piensa igual y tengo una prueba también: el P de la C nunca se emocionó con la panza, emocionarse de llorar, digo, ni siquiera en el parto, él estaba FELIZ, con una sonrisa que le duró toda la semana, nada de llanto, quería a esa cosita diminuta que tuvo antes que yo en sus manos más que a su vida, y no podía esperar para cuidarla, ser papá. Pero llorar, nada. Esta mañana, cuando vio la tarjeta "preliminar" que armé como invitación de cumple, me dijo "veo esto y me emociono. estoy viejo". je, no, estás papá!!! y está buenísimo.

Papá haciendo de papá: la nena le da para chupar un caramelo horrible!



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